El Trastorno Obsesivo Compulsivo es un trastorno que causa mucho sufrimiento a quien lo padece. Su elemento protagonista son las obsesiones, que son pensamientos, impulsos o imágenes recurrentes y persistentes que no se pueden controlar y que causan gran malestar y ansiedad a la persona que los sufre. Estos pensamientos no son sólo preocupaciones del día a día, sino que pueden tener diverso contenido moral, ético o miedos intensos (ejemplos de obsesiones: herir a alguien, estrellarse, abusar de personas o menores, contaminarse y enfermar, etc.).
La persona con TOC intenta ignorar o eliminar ese pensamiento con otros pensamientos distintos o con conductas repetidas, por ejemplo: “si cruzo tres veces la calle mi hijo no enfermará”. Estas conductas están dirigidas a reducir el malestar o la situación temida y es vivida como un impulso irrefrenable. La persona es consciente de que sus obsesiones y compulsiones son desproporcionadas o irracionales, lo cual le hace sentir peor porque, aun así, no puede controlarlas. En la mayor parte de los casos estas obsesiones o/y conductas le ocupan a la persona que las padece una gran pérdida de tiempo y un deterioro importante en su estado de ánimo, llegando a ser muy interferentes en la vida cotidiana del individuo.
El Toc puede darse solo con obsesiones o cursar con obsesiones-compulsiones.
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